miércoles, 28 de marzo de 2012

Proyecto Pro Ancianos Indigentes de Chalchuapa (Parte II)



Las actividades comienzan a las siete treinta de la mañana; las personas que colaboran en este proyecto comienzan a llegar, algunos de lejos otros de cerca, al igual que más o menos a esta hora comienzan a llegar algunos ancianitos, los cuales esperan a que este lista la comida en el interior del local de la Renovación Carismática, mientras esperan los ancianitos se sientan en sillas o en las bancas del local, ahí platican, cuentan sus historias, incluso chistes, también algunos cantan, y cuando llegan algunos niños disfrutan de verlos jugar y correr a lo largo y ancho del local, otros simplemente esperan en silencio, con un rostro lleno de paciencia y que refleja quien sabe que sentimientos y recuerdos al estar ahí sentados, cuando alguien entra en el local ellos saludan muy cordialmente; una muestra de la educación que se ha perdido con los años; un día mientras platicaba con uno de ellos llego una señora, en su cara y cuerpo se denota el pesar de los años, mientras caminaba la observaba, al igual que cuando se sentó junto a otros ancianos; probablemente todas sus pertenencias son las que carga en una vieja bolsa; al pasar un rato; ella saco de esa bolsa algunos panes, y los repartió entre los que estaban con ella; una muestra de que no es necesario tener mucho para compartir, solo es necesario el sentimiento de empatía y amor para con los demás y las ganas de hacer algo en bien del prójimo; este ejemplo se pone en práctica a diario en este proyecto; en donde de lunes a sábado se les brinda un humilde desayuno y almuerzo a los ancianitos indigentes que llegan al lugar.





Las personas que ayudan en este proyecto, son de todas las edades, pero todos con la firme convicción y deseos de ayudar a quien lo necesita; muchos solo llegan una vez a la semana, ya que sus labores diarias no les permiten mas; otros tienen la oportunidad de llegar más días a la semana y así lo hacen; para esto cada día es un grupo distinto de personas las que están encargadas de atender a los ancianitos; y a estos grupos se pueden agregar quien tenga la buena voluntad de ayudar, incluso algunos de nuestros hermanos Chalchuapanecos que viven en el exterior, el tiempo que vienen a visitar a sus familiares; aprovechan para formar parte de este proyecto y ver de primera mano en lo que este consiste.



Las tareas comienzan muy temprano, se comienza a preparar la comida que se les dará en el desayuno, se limpian y ordenan las sillas y mesas en donde todos comerán; cuando ya se acerca la hora del desayuno, todos los ancianitos toman su lugar en la mesa y toman su tiempo para agradecer a Dios por cada día, además que se les comparte la palabra de Dios y se les motiva a seguir adelante cada día, todo esto pasa en el área de comedor; mientras en la cocina se están preparando los platos, para comenzar a servir tan pronto como termine el espacio de avivamiento; al terminar la oración se comienza a servir mesa por mesa y los ancianitos degustan su humilde pero rico desayuno; mientras tanto en la cocina se limpian los implementos que se utilizaron en la preparación de este; después que todos han terminado de desayunar, se recogen los platos y se lavan; mientras tanto los encargados de la cocina ya comienzan a elaborar el almuerzo, y los demás ayudan a limpiar toda el área de comedor así como las mesas y sillas nuevamente, también en este espacio se aprovecha para ir a comprar los víveres que se necesiten; y para realizar cualquier otra tarea; las cuales todas se realizan con mucha alegría por todos los involucrados, al llegar la hora del almuerzo, todo se repite; pasan los ancianitos al área de comedor, se tienen un tiempo de avivamiento y oración; al terminar se les sirve la comida mesa por mesa; ya que en la cocina ya se ha servido cada vaso y cada plato; los ancianitos almuerzan; y al terminar, mientras un grupo está recogiendo los platos para ser lavados, al igual que se limpian todo los implementos utilizados en la elaboración del almuerzo y se limpia el área de cocina y comedor, otro grupo esta compartiendo con los ancianitos, hablándoles, motivándoles, siendo su amigo.





Platicamos con una de las voluntarias que ayuda activamente en este proyecto, Brenda Yamileth, una joven profesional, que tiene más de un año de ser parte de esto, ya que ella tenía la inquietud de ayudar, de estar con los ancianitos, además de la necesidad del recurso humano en este proyecto, y la invitación que le hizo el coordinador del mismo, es así como llego a ser colaboradora;  para ella es una satisfacción enorme e inexplicable al poder compartir con quienes lo necesitan; Brenda interactúa directamente con ellos, platica, comparte su tiempo, los escucha, además de ayudar en las demás tareas propias de este proyecto, Brenda también ha invitado a amigos y familiares a ayudar en el, y ella al ser miembro de la comunidad ayuda en otros proyectos; su experiencia con los ancianos es muy buena, llegando a hacerse amiga de algunos de ellos, por esto ella incita a los demás a ayudar en este proyecto en las posibilidades de cada quien, ya sea tiempo, víveres, etc., “El que no vive para servir, no sirve para vivir” cita, ya que la satisfacción de ayudar es inmensa, además se debe tomar en cuenta la palabra de Dios, “Tuve hambre y me diste de comer” dice el evangelio, recalca Brenda.-  También platicamos con Doña Marta Elena Vanegas, a ella la motiva el ser parte del proyecto la necesidad de servir a la comunidad, y el llamado de Dios que le permite ayudar a quienes lo necesitan; Doña Marta prepara los alimentos y realiza cualquier otra actividad que se necesita, ella menciona el sentimiento de satisfacción al ayudar a los ancianitos, pero reciente la dureza de corazón de algunas personas que no se involucran en proyectos de esta índole por una u otra razón; por lo que agradece a quienes si se toman un poco de tiempo en ayudar, así como también a quienes lo hacen económicamente o con víveres; algunos de los ancianitos beneficiados manifiestan que asisten al proyecto desde hace tiempo, ya que se sienten reanimados y les gusta compartir con otros ancianitos y con quienes los ayudan, además de recibir la palabra de Dios, agradeces el amor y la ayuda de los hermanos, y saben que este proyecto está en la manos de Dios, y es por esto que el proyecto debe seguir, además algunos de ellos han hecho nuevos amigos, y estudian la palabra de Dios los días sábados, además muchas veces llevan a otros para ser parte de los beneficiados, algunos llegan y se quedan otros no, pero no cabe duda que la gente parte de este proyecto es una muestra de la grandeza y bondad del corazón de los Chalchuapanecos, ya que como ya mencionamos “Tuve hambre y me diste de comer”.

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